Como estaba anunciado, el gobierno español ha perpetrado sin
vacilación alguna el mayor atentado contra la Educación conocido hasta el
momento.
Tras unas torpes excusas que pretende esconder detrás de los
patéticos eufemismos “reformas” o “ajustes” el gobierno deja traslucir su
completa ausencia de modelo educativo, que sustituye por otro ideológico y
economicista.
Desde hace años los ideólogos de la derecha,
convenientemente arropados por FERE, CECE y CONCAPA y jaleados por los medios
de comunicación afines, que son casi todos, han dibujado un panorama
apocalíptico de la Educación, particularmente de la pública, tan sólo paliada
por las bondades de la privada, y en especial si está sostenida por fondos
públicos.
Cuando ya por fin la derecha ocupa el poder casi en todas
las instituciones del Estado, las primeras medidas no van en el sentido de
combatir las lacras denunciadas, como el abandono escolar temprano, el fracaso
escolar o el bajo nivel educativo general, sino justo en el contrario.
Que haya más alumnos en el aula se va a traducir, como puede
reconocer hasta un espectador de Intereconomía, en una menor atención
individual de los mismos. Más horas de clase por profesor va a suponer menos
tiempo dedicado a otras actividades no menos importantes, como por ejemplo la
formación, y en muchos casos, que los docentes tengan que impartir materias
distintas a la suya propia.
Y respecto a la Formación Profesional también indignante el
recorte en los ciclos formativos de mayor calidad, precisamente los más
necesarios en estos momentos.
Pero estas medidas, que afectan en exclusiva a la enseñanza
pública van mucho más allá de un ahorro económico a corto plazo como se quiere
hacer ver. Su última finalidad es conseguir su mayor degradación posible para
que aparezca como única solución su progresivo desmantelamiento y su
sustitución por la privada que además “es más barata”.
Justo después de que el Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte haya suprimido el programa Educa3, que suponía el apoyo estatal a
creación de puestos escolares en el Primer Ciclo de Educación Infantil, la
Comunidad de Madrid, avanzadilla de estas políticas tantas veces, ya ha puesto
en marcha, la Comunidad de Madrid acaba de aprobar "becas de cheques
guardería para el curso 2012-2013" por valor de 34 millones de euros.
Se trata de "Ayudas para la escolarización de niños
menores de tres años matriculados en centros privados, autorizados para
impartir el primer ciclo de Educación Infantil, y que no estén sostenidos total
o parcialmente con fondos públicos”.
Una vez más este gobierno pone de manifiesto que carece de
un proyecto educativo que vaya más allá de favorecer a los centros educativos
privados.
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