Un viejo anuncio decía, refiriéndose a los animales de compañía, algo así como "No los abandones, ellos no lo harían".
Algo parecido se podría parafrasear para referirse a los niños en edad escolar. No los dejes solos.
Nada más comenzar el curso la prensa trae los datos del "fracaso escolar" correspondientes a cursos anteriores. Pero ¿qué es el fracaso escolar? En realidad es un cuádruple fracaso social, escolar, familiar y personal.
Fracasa la sociedad, que invierte una respetable cantidad de recursos económicos en la Educación. Fracasa la escuela y los profesionales que trabajan en ella, que dedican unos esfuerzos que no se ven recompensados. Pero también es un fracaso de la familia y del propio individuo.
No hay "culpables". Los recursos podrían ser mayores, los profesionales podrían estar mejor formados y motivados, pero también la implicación de las familias podría ser mayor.
No los dejes solos. Aprender, educar, no sólo es problema de la sociedad, de la escuela y de los niños. Los padres tienen su función de la que no deben escaparse con las excusas de que "yo es que no se" o "no tengo tiempo".
Si no sabes tienes una magnífica oportunidad de aprender con ellos, de completar tu formación. Puede que no puedas explicarles cosas pero puede que sí y, sobre todo, crearás el hábito, la costumbre de estudiar. Y la alegría de aprender cosas nuevas.
Si no tienes tiempo, búscalo. Seguro que dedicas tiempo a cosas que no son imprescindibles, y puede que haya llegado el momento de plantearse la vida de otra forma. Si no puedes durante la semana, puedes el fin de semana, y si no puedes tú, busca alguien que lo haga. ¿Por qué no juntar varios niños para estudiar, lo mismo que lo hacen para jugar, al cuidado de algún adulto?
Ve al colegio o al instituto, pide cita con el tutor o la tutora. Entérate de qué hace en clase, de lo que no hace. No esperes a que las notas sean un desastre. Que tu hijo o tu hija compruebe que piensas que el estudiar es importante y que tú le das esa importancia.
Y sobre todo, da ejemplo. Tu hijo va a aprender más de lo que hagas que de lo que le digas. ¿De qué sirve que digas "¡niño estudia!" si instantes después desprecias el conocimiento o alabas el éxito de quien no ha estudiado?
La frase "mira Fulanito, que no ha estudiado y qué bien le va, ya tiene su coche y su casa" hace más daño que cualquier otra, sobre todo si los niños son algo mayores. Puede que sea verdad, pero también lo es que, probablemente, sea un botarate que es incapaz de decir dos palabras seguidas sin cometer alguna incorrección.
La Educación es la mejor vacuna contra las crisis. Vacúnalos mientras sea posible. No los dejes solos.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/educacion/suspende/elpepisoc/20081005elpepisoc_3/Tes
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